Ingredientes: Agua , éter dicaprílico, laurato de isodecilo, aceite vegetal hidrogenado, isostearato de poliglicerilo-4, glicerina, Aceite de ricino hidrogenado, aceite de semilla de Limnanthes Alba (espuma de pradera), poligliceril-4 diisoestearato/polihidroxistearato/sebacato, manteca de semilla de Theobroma Cacao (manteca de semilla de cacao), manteca de Butyrospermum Parkii (manteca de Butyrospermum Parkii (karité)), aceite de semilla de Argania Spinosa, aceite de semilla de Simmondsia Chinensis (aceite de semilla de Simmondsia Chinensis (jojoba)), aceite de semilla de Helianthus Annuus (aceite de semilla de Helianthus Annuus (girasol)), aceite de Olus (aceite vegetal), triglicérido caprílico/cáprico, lactobacillus, oligosacárido alfa-glucano, jugo de raíz de Polymnia Sonchifolia, niacinamida, tetraisopalmitato de ascorbilo, ácido hialurónico, Fosfato de acetilglucosamina disódico, ácido láctico, extracto de flor de Lonicera Japonica (extracto de flor de madreselva japonesa), palmitato de retinol, ácido de linaza, tocoferol, Tocotrienoles, palmitato de ascorbilo, lauroil lisina, palmitato de dextrina, estearato de magnesio, goma xantana, lecitina, maltodextrina, sulfato de magnesio, ácido cítrico, O-Cymen-5-Ol, benzoato de sodio, etilhexilglicerina, EDTA disódico, hidróxido de sodio, perfume (fragancia).
La lista de ingredientes puede sufrir modificaciones, consulte siempre el envase del producto para obtener la lista de ingredientes actualizada.
El producto se fabrica en una planta de producción que utiliza únicamente energía renovable y aplica métodos de producción de bajo impacto medioambiental, reduciendo al mínimo las emisiones de CO2.
Envase de aluminio, 100 % reciclable.
Prebióticos y probióticos
Los protagonistas de la última frontera de las mejores cremas para el cuidado de la piel son las bacterias «buenas».
Encerrados en productos específicos, formulados para mantener sana la microbiota cutánea y defender la epidermis del estrés y las agresiones, como el frío y los lavados continuos.
Para la belleza de la piel es muy importante garantizarel equilibrio de los microorganismos que la pueblan, ya que representan una primera línea de defensa frente a las amenazas del entorno externo.
Por eso es fundamental que el ecosistema bacteriano sea equilibrado y variado, para que la piel se mantenga sana. Una diversidad reducida en su composición puede estar causada por factores externos e internos, y aumenta la reactividad y la sensibilidad cutánea. Esto hace que la piel sea más frágil, sensible y propensa al envejecimiento.
Por eso es útil reforzarla con un cuidado específico, enriquecido precisamente con aquellos microorganismos que contribuyen a mantener sana la flora bacteriana cutánea.